A 10 años de ganar la Libertadores

"Atención Olimpia, vamos, vamos que queremos bajar una estrella más, queremos descolgar una estrella más de este hermoso cielo brasileño. Está Mauro Caballero por la tercera Copa, ¡Vamos Olimpia, vamos país! Está la tercera Copa, Mauro…", así vivía el país los emocionantes relatos de Julio González Cabello en la definición por penales en el estadio Pacaembú de Sao Paulo, antes del penal que Caballero debía convertir para que Olimpia consiga la Copa Libertadores de América, el 31 de julio de 2002, hace diez años.

"Mauro, convertí. Andá festejá y gritá con la hinchada ¡dale!", decía Arturo Rubín, quien tras el gol miraba cómo Caballero no olvidó a los seguidores que viajaron hasta Sao Paulo, teniendo a un invitado de lujo en las gradas: Osvaldo Domínguez Dibb. Sí, el presidente de Olimpia, finalista de la Copa, no fue atendido como se debía y tuvo que presenciar el partido desde las gradas, con el público paraguayo.

Hoy, ya como entrenador, Caballero, con 39 años y dejado del fútbol profesional, pero siguiendo los pasos de su hijo, el heredero que está a punto de brillar en el fútbol de Europa, sigue emocionándose a la hora de recordar la heroica noche en que Olimpia conquistó América, por tercera vez en su historia.

"Es una de las cosas más lindas que me tocó vivir en toda mi carrera de futbolista. Pocos son los que tienen ese privilegio", dice el que tuvo el suficiente valor para patear el penal que daría al Decano la posibilidad de enfrentar al Real Madrid en la Copa Intercontinental.

"Se valora más cuando uno recuerda ese momento inolvidable, una jornada feliz para nosotros. En este momento disfrutamos ese logro que no tiene precio, prácticamente es alcanzar la gloria", asegura emocionado.

Y para él, "las copas conseguidas en el extranjero tienen aún más merito", y espera que "en poco tiempo podamos volver a conseguirla".

"Estoy más que agradecido, contento. Quiero felicitarle a todos mis compañeros, directivos, al presidente, Don Osvaldo (Domínguez Dibb), y a toda la gente del Olimpia", señala en contacto con la 780 AM, un futbolista que tocó la gloria.

Olimpia llegó a la final de la Copa Libertadores del 2002 tras eliminar al Gremio de Porto Alegre. En el Defensores del Chaco, cayó 1-0 en el partido de ida ante el Sao Caetano, pero en la revancha, ya en Sao Paulo, venció por 2-1 con goles de Córdoba y Báez, para llegar a la tanda de penales, donde el peso de su historia le valió para sumar su tercera Libertadores.